
Nuesto querido y respetado Gran Maestro Lê Sáng, se ha ido para siempre dejando tras de sí una profunda pena y dolor. Dio toda su vida por la disciplina. Sin ninguna propiedad ni familia – todos los estudiantes son considerados sus hijos, nietos y queridos parientes… en cada latido y respiración se dedicó en cuerpo y alma a cultivar y desarrollar el Vovinam Việt Võ Đạo.
Me encanta y aprecio el Vovinam Viet Vo Đạo porque siento en sus artes marciales un ideal noble y gran amor por la humanidad.Tras reunirme con él, me doy cuenta de que su filosofía de vida y enseñanzas son tan fuertemente cautivadoras porque provienen de un alma noble con mucha vitalidad e inteligencia, además de un enorme valor.
Nuestro maestro realmente se ha ido, me siento perdido como si el viejo y gigante árbol que proporciona refugio a las tormentas hubiera desaparecido. A partir de ahora ya no volveré a escuchar su voz enseñándome y corrigiéndome, pero sé que el espíritu de mi Maestro estará conmigo para siempre.
Un estudiante de Vovinam Việt Võ Đạo